¿A cuántos les gusta el mantecado
(helados)? Alguna vez les ha pasado, que en un día de mucho calor, usted va a
la tienda a comprar un “ice cream”, y le tiene unas ganas – y de repente, ¡Boom!,
se les cae al piso. A mí me ha pasado – y les confieso que no se siente nada
bien. Qué bueno sería si todo en la vida nos saliera bien, ¿verdad? Si nunca
tuviéramos que enfrentarnos a la horrible realidad de un fracaso, o la
frustración y el coraje que muchas veces
nos provoca cuando LAS COSAS NO SALEN BIEN.
Todos los días, como pastor, soy testigo de muchas cosas que no salen
bien. Matrimonios destruidos. Familias fragmentadas. Sueños que se vienen
abajo. Amistades que defraudan. Personas que se quedan sin empleo. Crisis
financieras. Diagnósticos de enfermedades catastróficas. En la sociedad, las
cosas tampoco andan bien: hay violencia, guerras, corrupción, injusticas,
desigualdad y discriminación.
La realidad es que a todos,
tarde o temprano, nos llega el día cuando las cosas no salen como esperábamos,
o como hubiéramos querido. Hay veces, que nos sentimos que las circunstancias
de la vida nos tiran contra el piso y atentan con destruirnos – y nos sentimos
como ese mantecado (helado) que se cae al piso y se echa a perder. Mucha gente
se llena de tristeza, de melancolía y de desilusión. Otros, se deprimen. Algunos
se refugian en vicios y estilos de vida que poco a poco los consumen. Y hay
aquellos, que hasta sienten que su vida ha perdido propósito y se dan por
vencidos. Esto es algo muy real. Lo vemos todos los días. Personas que andan
muertas en vida a causa de los problemas que les agobian. Personas que ante la
desesperación de sus problemas y circunstancias terminan con sus vidas de forma
abrupta.
Entonces, ¿Qué hacemos cuando las cosas no salen bien? ¿Cómo nuestra fe en
Jesucristo puede ayudarnos a sobrellevar las tormentas de la vida? El
pasaje que leímos hoy en 2 Corintios 4:7-12, nos lleva a considerar la
experiencia del Apóstol Pablo, en una ocasión en su ministerio donde LAS COSAS
NO ESTABAN BIEN. Pablo estaba bajo ataque en la Iglesia de Corintios. Su
autoridad y honestidad estaban siendo cuestionadas. La iglesia en Corintios se
había revelado contra Pablo.
Esto era algo serio y muy
peligroso. La reputación de Pablo estaba en juego. La reputación del evangelio
que el predicaba estaba siendo afectada a causa de los señalamientos en su
contra (la iglesia estaba dividida y debilitándose). Nos debe ser obvio que
esta situación estaba afectando mucho a Pablo, pues, ante todo lo que estaba
ocurriendo, Pablo comparte en su carta a la Iglesia, como él se sentía. Las
cosas no marchaban bien, y esto hacía que Pablo (como el mismo escribió) se
sintiera: atribulado…en apuros (los problemas eran reales)…perseguido…y hasta
derribado.
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Puede ser que algunos/as se
pregunten, ¿y qué puedo yo aprender de
Pablo que me ayude cuando las cosas no andan bien, si el pobre estaba hecho un
etcétera frente a sus problemas? El versículo siete (7) nos da la respuesta
a esta pregunta. Pablo, frente a todos los problemas y la oposición que vivía, NUNCA DUDO de la presencia y ayuda de Dios
en su vida. Aun en este momento difícil, el Apóstol, declaró que la excelencia del poder de Dios, estaba
con él. El gran tesoro del respaldo del Dios Todopoderoso, era una realidad en
el – y le fortalecía en un momento en que Pablo se sentía como una insignificante y débil vasija de
barro. Fue esa confianza. Fue esa certeza de saber que DIOS ESTABA CAMINANDO
CON PABLO, aun cuando la gente que el pastoreaba ahora estaban en su contra, lo
que le ayudo a encontrar esperanza – en medio de tan difícil realidad.
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En la vida, a veces las COSAS NO NOS VAN A SALIR BIEN,
y al igual que Pablo, nos vamos a sentir: atribulados/as, en apuros,
perseguidos/as, y hasta derribados. El mismo Jesús nos los aclaró
cuando dijo que en este mundo experimentaríamos problemas de todas clases. PERO,
si aun en medio de nuestras aflicciones, nosotros RECONOCEMOS la presencia de
Dios en nuestras vidas (como lo hizo Pablo), y CONFIAMOS que su amor y
protección (aun cuando lo que vivimos nos parezca injusto o que no lo
merecemos) – entonces CUANDO LAS COSAS NO SALGAN BIEN, en vez de lamentarnos y
darnos por vencido podremos decir como Pablo….
¡Estoy atribulado,
PERO NO angustiado. Puede ser que este en apuros, PERO NO ESTOY DESESPERADO, me
siento perseguido, PERO NO DESAMPARADO, me siento derribado, PERO NO ESTOY
DESTRUIDO! ¡Aleluya!
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Cuando las cosas no salen
bien, en vez de meter la cabeza en la tierra como lo hacen los avestruces,
levantemos nuestra mirada al cielo, y al igual que el salmista (al igual que
Pablo), nosotros también declaremos en confianza: “Mi socorro viene del Señor, creador del cielo y de la tierra” Salmo
121:1. Recordemos que Dios SIEMPRE está
a nuestro lado (aun cuando no lo veamos o sintamos), y El siempre está
cuidando y protegiéndonos (Salmo 121:5).
A veces nos va a pasar como a
los discípulos de Jesús, cuando se encontraron en medio de una tormenta que
amenazaba con destruir el barco en que ellos navegaban. Nos va a dar miedo…nos
vamos atribular…incluso podríamos llegar a cuestionar a Dios….PERO NUNCA OLVIDEMOS
ALGO – JESUCRISTO ESTA EN LA BARCA CON NOSOTROS/AS. El nunca nos va a dejar.
Nunca nos va a abandonar. Y a la orden de su voz, TODA LA CREACION guarda
silencio – y aun las olas más grandes y los vientos más fuertes – le obedecen Y
SE CALMAN.
Cuando las cosas no salgan
bien, con fe declara, como lo hizo Pablo: LA
EXCELENCIA DEL PODER DE DIOS – habita en mí. Y aun cuando te sientas
atribulado, la angustia se desvanecerá. Aun cuando te sientas en apuros, porque
Dios está contigo, no te desesperarás. Aun, si te persiguieran grandes
ejércitos, NUNCA estarás desamparado/a. Y si llegara el día donde los problemas
de la vida te hacen sentir que estás derribado, aun en ese momento, tú podrás
declarar – "DERRIBADO, PERO NO DESTRUIDO. Porque, yo sirvo y confió en
Dios, (que como declara la Biblia en el Salmo 145:14) “LEVANTA A LOS QUE SE
CAEN, Y DA NUEVAS FUERZAS A LOS QUE SE FATIGA”.
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Si hoy, al igual que el
Apóstol Pablo, en medio de tus problemáticas, te sientes: atribulado, en apuros, perseguido
o incluso derribado/a – te invito a que le permitas al Espíritu Santo
renovar tu perspectiva para que puedas reclamar la grandeza del poder de Dios
en tu vida. Esto, para que en vez de caminar por la vida, como mantecado
(helado) que se derrite en el suelo – tu también puedas decir con regocijo: en esta vasija de barro reside la
excelencia del poder de Dios y en mi no hay lugar para la angustia, la
desesperación. Yo no estoy desamparado (Dios está conmigo), y aun cuando caiga
en el suelo, no seré nunca derrotado.
A las montañas levanto mis
ojos;
¿de dónde ha de venir mi ayuda?
2 Mi ayuda proviene del Señor,
creador del cielo y de la tierra.
3 No permitirá que mi pie
resbale;
jamás duerme el que me cuida.
4 Jamás duerme ni se adormece
el que cuida de Israel.
5 El Señor es quien me cuida,
el Señor es mi sombra protectora.[a]
6 De día el sol no me hará
daño,
ni la luna de noche.
7 El Señor me protegerá;
de todo mal protegerá mi vida.
8 El Señor me cuidará en el
hogar y en el camino,
desde ahora y para siempre. AMEN
Salmo
121
Gracias ,Dios BENDITO, ven a mí corazón,tomá MIS cargas apurate a socorrerme
ResponderEliminarBendito sea tu nombre Jehová de los ejércitos, pongo mi confianza en ti ,ven a socorrer mis fuerzas pq an decaído, necesito de tu ayuda mi Dios todo poderoso, en ti pongo toda mi confianza .
ResponderEliminarDIOS TU ERES BUENO DESDE AGHORA Y PARA SIEMPRE <3
Eliminargracias mi Señor, necesitaba estas palabras.
ResponderEliminarGracias señor porque siempre pones algo para no dejar que desmaye. Gracias por tu misericordia
EliminarGloria a Dios. Por esta palabra.
ResponderEliminarEs poderosa trae mucho animo a el cuerpo. Alma. Y espíritu.
PODEROSAS PALABRAS BENDICIONWES HOY DIOS ME HABLO COMO TODOS LOS DIAS LO HACE <3
ResponderEliminarNo me sueltes señor , yo sin ti no soy nada
EliminarMe siento derrotada, cansada, siento que no tengo fuerzas y que Dios me ha abandonado. No sé que hacer Señor, solo te pido que me ayudes.
ResponderEliminarAmén,,muy buena reflexión...
ResponderEliminarDios es mi amparo y fortaleza en las tribulación, confiar en jehova nuestro ayudador y sustentador amen
ResponderEliminarDios nos guíe y nos oriente en este valle de lágrimas. Amen 🙏
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