Mis dos hijos mayores han estado participando en el equipo de pista y campo de sus respectivas escuelas. Durante este tiempo, he disfrutado mucho verles competir. Algo curioso de este deporte es que todas las disciplinas que se practican en pista y campo, excepto una, dependen exclusivamente de las habilidades y el desempeño de los deportistas como individuos. Pero, hay una excepción: la carrera de relevo. En esta carrera en particular, el esfuerzo, no es individual, sino colectivo. No importa cuán buenos sean los corredores, si al trabajar juntos como equipo, no lo pueden hacer bien – lo más seguro pierden. Un momento crucial en las carreras de relevo es cuando los corredores se pasan el batón de uno al otro para continuar avanzando en la carrera. Si el batón no se pasa bien, el equipo se atrasa. Si el batón se cae, lo más seguro la carrera se pierde. Pero, si en el momento del pase de batón todo sale bien – lo más seguro el fluir de la carrera será positivo y el equipo tendrá ...
Reflexiones breves por el Pastor Héctor A. Burgos