La Biblia dice en Levíticos 19:2, "Sean santos[as], porque yo, el Señor su Dios, soy santo." A través de todos los tiempos, el pueblo de Dios ha tratado de hacer sentido de este imperativo de la fe judío-cristiana. La realidad es que hablar y/o enseñar sobre el llamado de Dios a Su pueblo a ser "santos/as" - nunca ha sido fácil. No porque sea algo difícil de entender, sino porque siendo algo tan sencillo, lo hemos complicado demasiado. Por un lado, tenemos todas las definiciones equivocadas sobre lo que significa ser santos/as que lo hacen parecer como algo imposible de alcanzar. Y por el otro lado, tenemos las expresiones religiosas extremistas y tóxicas que crean una imagen distorsionada sobre la santidad que confunden y desaniman a muchos/as.
Reflexiones breves por el Pastor Héctor A. Burgos