La Milla Extra

Un consejo popular dice: "Si quieres experimentar las cosas buenas de la vida: tienes que estar dispuesto/a a caminar la milla extra" ¿alguna vez alguien te ha dado ese consejo?

Regularmente, cuando alguien nos comparte esta palabra de sabiduría (ya sea nuestros padres, un maestro en la escuela, o nuestro jefe en el trabajo), lo hace como parte de una invitación a mejorar, a hacer las cosas con excelencia, o como una aclaración sobre lo que es verdaderamente necesario para lograr una meta u objetivo, ¿verdad? Mi papá siempre me decía "Héctor Antonio, si tu quieres echar pa'lante tienes que darlo todo y caminar la milla extra. Si te conformas con hacer lo que todo el mundo hace, vas a ser del montón".

A veces vemos a la gente que alcanza un nivel económico más alto y sentimos envidia o los criticamos fuertemente por su éxito. Hacemos esto, ignorando el empeño extra que estas personas dieron en su trabajo para lograr llegar al lugar donde están. Vemos a una persona con un cuerpo tonificado, y decimos cosas indebidas, muchas veces ignorando el gran esfuerzo que pusieron, los sacrificios que hicieron, y la disciplina que practicaron  para mejorar su condición física. Incluso, vemos a otros cristianos que crecen y maduran en su fe, más rápido que nosotros/as, escuchamos sus testimonios, y vemos su manera linda de vivir, y nos preguntamos "¿porque mi fe no es tan fuerte como la de esta persona?"

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El pasaje bíblico en Mateo 5:38-48, nos lleva a considerar una parte de lo que hoy se conoce como el Sermón del Monte, el cuál recoge lo que, muchos creen, fueron las enseñanzas más revolucionarias que Jesús compartió durante su ministerio terrenal. Los expertos en el estudio de la Biblia, aseguran que la importancia de esta serie de enseñanzas de Jesús es que las mismas definen, a grandes rasgos, lo que debería ser nuestro sistema de valores y ética cristiana. En otras palabras, la manera en cómo deberíamos vivir aquellos que nos llamamos discípulos de Jesucristo. Las enseñanzas son muy abarcadoras, y todavía relevantes para nosotros/as como cristianos/as en el siglo 21.

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Hoy, quisiera que consideremos, brevemente, un principio divino que se manifiesta en estas enseñanzas de Jesús, que si lo practicamos y hacemos parte de nuestra norma de vida nos encaminará a experimentar nuevas y abundantes bendiciones en Cristo - El principio de la milla extra.

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Saben, muchas personas hoy en día en la Iglesia, al igual que en los tiempos de Jesús, viven haciendo solo y exclusivamente lo que se espera de ellos/as - nada más. Siguen las reglas establecidas por sus líderes. Cumplen con todas sus obligaciones. Hacen lo que se les pide al pie de la letra. Pero de ahí, ni un chispito más. Lamentablemente, la mayoría de los cristianos/as que deciden vivir de esta manera, (como pasaba con algunos líderes religiosos del tiempo bíblico), muchas veces aun sin darse cuenta,  se estancan en su crecimiento espiritual y no experimentan las bendiciones que Dios ha reservado para ellos/as.

Los cristianos que viven así, caminando solamente la primera milla, vienen a la iglesia de vez en cuando, porque aprendieron que "los cristianos deben asistir a la iglesia". Oran solamente antes de comer (si no tienen mucha hambre, porque si no, se ora después de la comida). El cristiano que camina solo la primera milla, se conforma con leer (muchas veces como el papagayo) unos cuantos versos de la Biblia a la semana, para poder decir que "lee la Biblia". Estas personas, echan alguito en el platillo de la ofrenda cuando viene a la iglesia para cumplir con su obligación y para que nadie los tilde de tacaños. Pero que conste, que lo hacen solo cuando esto no les representa ningún sacrificio. Y en lo que respecta al servicio, hacen lo suyo, y si se queda algo pendiente, miran para el otro lado, y dicen: "ya yo hice lo mío…yo no tengo que hacer eso…eso no me toca a mí".  

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Tristemente, hay tanta gente que viven así, conformándose con solo caminar la primera milla en su jornada de fe. Estancados/as...amargados/as...siempre criticando a los demás basándose en su falsa justicia...pero al mismo tiempo muchas veces preguntándose en su soledad "porque no experimentan las bendiciones sobrenaturales que la Biblia nos enseña son posibles a los que siguen a Jesucristo".

Jesús sabía que este era uno de los grandes males dentro de la Iglesia de su tiempo: la gente solo caminaba la primera milla. Vivían de manera cuestionable, escudándose en las reglas y costumbres ya establecidas. Viviendo un legalismo, que aun cuando cumplía con la ley, no manifestaba el amor de Dios.

Entonces, a la luz de esta triste realidad, en su prédica, Jesús cuestionó lo establecido, y reto a la gente a un estilo de vida más excelente: los reto a que caminaran la milla extra, a caminar a ese lugar donde se manifiesta el poder sobrenatural de Dios en nuestras vidas.

Por ejemplo, Mateo nos dice que lo establecido y aceptado en aquel tiempo en el sistema judicial era: Ojo por ojo y diente por diente. Pero Jesús, le dijo a la gente, caminen la milla extra, la milla de la bendición, y vivan en MI JUSTICIA. No regresen mal por mal, no procuren vengarse, por el contrario, sean pacificadores. Si alguien les hace daño, en vez de reaccionar violentamente, demuestren dominio propio. Si la gente anda buscando pleitos con ustedes, sean sabios y eviten contiendas innecesarias.  

Mateo también nos dice que la ley religiosa del tiempo decía que era agradable a Dios que uno amara a las personas que le manifestaban amor, y que no era malo, despreciar a tus enemigos. Pero Jesús, le dijo a la gente, caminen la milla extra, la milla de la bendición, y VIVAN EN MI AMOR. Cualquiera ama, en sus fuerzas naturales, a quienes les aman, pero cuando permitimos que el poder sobrenatural del amor de Jesucristo fluya en nuestras vidas, por medio del Espíritu Santo, podemos amar (como lo hace Cristo), aun a aquellos que no nos aman, y hasta nos desprecian por causa del evangelio.

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¿Cómo estás viviendo? ¿Caminando solo la primera milla? ¿Limitándote a cumplir mecánicamente con las reglas establecidas? ¿Queriendo vivir una fe cómoda? O, ¿estás caminando la milla extra con Cristo? Procurando un estilo de vida de excelencia que refleje plenamente el amor, la verdad y la justicia de Dios en todo lo que haces.

En tu caminar personal con Cristo – toma hoy la decisión de caminar la milla extra – que es la milla de la bendición. Procura que tu vida devocional sea consistente y fructífera. Separa tiempo para hablar con Dios; y para estudiar con detenimiento la Biblia. Que el momento de adoración en comunidad, no sea algo que haces "de vez en cuando", sino algo que es central en tu vida pues sabes que "cuando el pueblo del Señor le alaba, suceden cosas maravillosas".

Camina la milla extra con Cristo, y pon tus talentos y dones al servicio de Su Iglesia y de tu prójimo. No lo veas como una carga ni una obligación - si no como un privilegio, como algo que te trae alegría y satisfacción, y que sabes tiene un impacto positivo en los demás.

Camina la milla extra con Cristo, que tu ofrenda no sea una carga. Pídele al Espíritu Santo que te llene del gozo y la alegría que nos produce el saber que todo lo  bueno que tenemos nos lo da Dios, para que cuando ofrendes seas generoso/a, y no lo hagas por obligación, sino como una expresión de gratitud y adoración a Dios. Cuando caminamos la primera milla, damos de lo que sobra, pero cuando caminamos con Cristo la milla extra, damos según la necesidad, y en proporción a nuestros ingresos, aun si esto representa tener que hacer sacrificios.

En tu hogar, con tu familia - camina la milla extra con Cristo. Se una persona amorosa, respetuosa, digna de confianza, pacífica, amable., bondadosa, que siempre dice la verdad. Padres/madres, inviertan en la fe de sus hijos/as - caminen la milla extra. La gente se la pasa horas y horas a la semana en deportes y otras actividades extra curriculares con sus hijos, pero no pueden tomar 5 minutos en la noche para leer la Biblia y orar con ellos/as - y después se preguntan ¿qué pasó?

Entre tus amigos/as y conocidos/as - camina la milla extra. Si te quieres ganar a tu gente para Cristo (en vez de que ellos te conquisten a ti), tienes que pedirle al Espíritu Santo que te llene de su poder, para que puedas ser LUZ y SAL, a través de tu testimonio personal.

En tus estudios (los que estudian) y en tu lugar de trabajo (los que trabajan) - caminen la milla extra. Da siempre lo mejor de ti, y un poquito más. Que tu trabajo siempre sea de excelencia. Que tu manera de hablar y actuar sea digna de un discípulo de Jesucristo.

En tu vecindario y la comunidad - camina la milla extra. No es suficiente con pagar tus impuestos y luego quejarte porque todo está mal. Si quieres que la calidad de vida en tu vecindario mejore, tienes que involucrarte - tomar riesgos. Hacer lo que otros, tal vez, no quieren hacer.

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Quien camina la primera milla, camina el sendero de la obligación. Pero quienes caminamos la milla extra, caminamos por el sendero de la BENDICION. Quienes viven caminando solo la primera milla - viven SU VIDA. Pero, los que vivimos, de una manera más excelente, con la ayuda del Espíritu Santo, caminando la milla extra, VIVIMOS LA VIDA DE CRISTO - Aleluya.

El que camina la primera milla, hace lo esperado por la gente. Pero, quienes caminamos la milla extra,  hacemos lo esperado POR DIOS. El que camina la primera milla, lo hace procurando solamente su beneficio personal. Pero, a quienes caminamos la milla extra,  nos impulsa la fuerza del Espíritu Santo que brota de lo más profundo de nuestro corazón, y nos mueve a ser un canal de bendición para otras personas. 

Quienes caminamos la milla extra, nos convertirnos en imanes que atraen a otras personas a los pies de Cristo. En personas que traemos gloria, no a nosotros/as, sino al nombre de Jesucristo, a través de nuestra manera de vivir. ¡NO HAY MEJOR MANERA DE VIVIR!

Hoy, escuchemos al Espíritu que nos dice: Si quieres experimentar las cosas buenas de la vida: tienes que estar dispuesto/a a caminar la milla extra…con Cristo – la milla de la bendición.

Así nos ayude Dios.