Una de las satisfacciones más grande que los seres humanos experimentamos en la vida, según los expertos en conducta humana, es la que sentimos cuando logramos superar una situación difícil en la vida. La sensación que sentimos cuando podemos ir por encima de aquellas cosas que son obstáculos en nuestro desarrollo - no tiene igual.
Yo no sé a ustedes, pero cuando yo supero un problema o alguna limitación en mi vida, me siento como si estuviera en el tope de una montaña. La sensación de euforia que produce en nosotros cuando logramos superar obstáculos es tan fuerte y positiva, que Hollywood la ha convertido en un producto a través de programas de TV (reality shows), que se dedican a presentar situaciones de superación que muchas veces nos conmueven grandemente. Algunos de estos programas, son en forma de documentales, donde se nos narra con lujo de detalle como una persona logró superar alguna situación difícil en su vida. Otros se nos presentan en forma de competencias donde los participantes superan grandes obstáculos para llegar a la meta señalada. Y, nos identificamos con los personajes...lloramos con ellos, reímos con ellos, les echamos porras y sobre todo, NOS MOLESTAMOS GRANDEMENTE CON LOS QUE TRATAN DE OBSTACULIZAR SU EXITO.
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El pasaje de Marcos 9:38-50, nos lleva considerar un aspecto muy IMPORTANTE relacionado al tema de los OBSTACULOS. Al principio del mensaje, les comentaba que en esta vida, todos tenemos obstáculos que superar, cosas que no nos permiten desarrollarnos plenamente como hijos e hijas de Dios. Cuando hablamos de este tema, casi siempre lo hacemos mirando hacia afuera - tratando de identificar aquellos obstáculos externos que nos limitan y nos permiten alcanzar nuestro potencial en Dios. Pero si se fijan bien, la interrogante en el pasaje de Marcos no tiene que ver tanto sobre cómo superar nuestros obstáculos, sino sobre lo importante que es que NOSOTROS NO SEAMOS OBSTACULOS EN LA VIDA DE OTRAS PERSONAS.
Nos dice el Apóstol Marcos, que en una ocasión algunos de los discípulos de Jesús se encontraron con unas personas que estaban predicando y haciendo prodigios en el nombre de Jesús, que no eran parte de su grupo. Los discípulos, pensando que estas personas ESTABAN MAL, le reprendieron fuertemente, y no le permitieron continuar compartiendo el mensaje del Reino de Dios, pues ellos pensaban que solo ellos podían hacerlo. Jesús, al escuchar el informe de los discípulos (quienes tal vez pensaron que habían ello bien) les reprendió fuertemente y les advirtió que tuvieran cuidado con hacer o decir algo que pudiera desanimar o hacer tropezar a otros en su caminar de fe. De una manera contundente Jesús le dijo a sus discípulos: "si alguien hace pecar a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar".
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Mis amad@s, esto no es chiste. Esto es algo muy serio. El Señor nos está exhortando a tener MUCHO CUIDADO sobre la manera que vivimos...el testimonio que damos, y como tratamos a la gente.Entendamos que a Dios no le agrada cuando pecamos, Y MUCHO MENOS cuando nuestro pecado lleva a otras personas a pecar o las desanima en su caminar de fe. El castigo para aquellos que SON OBSTACULOS a otras personas, como el mismo Jesús aclaró, será horrible. Dios no tendrá misericordia de los que, en su rebeldía y arrogancia, sean piedras de tropiezo en la vida de su prójimo. Si con nuestras palabras y actos hacemos daño a la gente, aun cuando nos llenemos la boca diciendo lo mucho que amamos al Señor; si vivimos siendo obstáculos en la vida de los demás y no recapacitamos, cuando llegue el día del Juicio de Dios - sepamos que el Señor nos dirá "apártense de mi hacedores de maldad".
Entendamos hoy, que nuestro amor a Dios, en gran manera está condicionado al amor que brindamos a los demás. Jesús, utilizando una ilustración RADICAL les dijo a sus discípulos lo importante que es evitar ser UN OBSTACULO EN LA VIDA DE LAS PERSONAS A NUESTRO ALREDEDOR. El les dijo, " Si tu mano te hace pecar, córtatela. Más te vale entrar en la vida manco, que ir con las dos manos al infierno, donde el fuego nunca se apaga. Y si tu pie te hace pecar, córtatelo. Más te vale entrar en la vida cojo, que ser arrojado con los dos pies al infierno. Y si tu ojo te hace pecar, sácatelo. Más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser arrojado con los dos ojos al infierno".
Saben, Jesús no les estaba diciendo a sus discípulos que LITERALMENTE se cortaran aquellas partes de su cuerpo que los llevaban a pecar y creaban obstáculos en la vida de otras personas. A través de esta ilustración TAN VISUAL Y CRUDA, lo que Jesús trato de enseñarnos fue que, TENEMOS QUE HACER LO QUE SEA NECESARIO y sacar de nuestra vidas todo aquellos que es malo, que esté siendo un obstáculo en nuestra vida, y en la vida de nuestro prójimo.
Cuando estamos enfermos, y los médicos nos dicen que la única manera de mejorar es amputando o sacando algún órgano de nuestro cuerpo, nuestra reacción inmediata es: "yo prefiero no tener ese órgano y tener la posibilidad de una vida saludable, que tenerlo y morirme"- ¿verdad que si? De igual manera eso es lo que espera Cristo de nosotros en respecto al pecado. Que prefiramos renunciar a todo aquello que nos lleva a pecar contra Dios y contra nuestro prójimo, antes de ser OBSTACULOS en la vida de otra persona.
Algunos me dirán, "pastor pero yo soy libre de hacer lo que quiera". Y ante ese argumento, yo contesto: SI, en Jesucristo hemos sido hechos libres de todo aquellos que nos limita y no nos permite ser agente de bendición. El Apóstol Pablo advirtió a los cristianos de su tiempo en 1 Corintios 8:9 de la siguiente manera, el les dijo: "tengan cuidado de que su libertad no se convierta en motivo de tropiezo para los débiles". La libertad que hemos recibido en Cristo no nos da permiso a andar haciendo daño a los demás - por el contrario, nos obliga a ser considerados y cuidadosos en cómo vivimos - pues sabemos que la expectativa de Dios es que seamos testigos FIELES de su amor. No tanto lo que tú dices, sino la manera en que vives, es lo que influencia a los demás y los acerca a Cristo, a través de ti.
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En este día, les invito a que hagamos una pausa, y le pidamos en humildad al Espíritu Santo que nos muestre si nuestra vida, más que ser un puente que conecte a otras personas a Cristo, está siendo un obstáculo que no le permite a otros conocer sanamente sobre el amor de Dios. Y si en humildad reconoces que, tal vez aun sin quererlo, te has convertido en un obstáculo en la vida de alguna persona, te exhorto a que confieses tu pecado y le pidas perdón a Dios - y procures la oportunidad, si es posible, de pedirle perdón a esa(s) persona(s).
Mis amad@s, tú y yo hemos sido llamados a ser SAL para este mundo. La expectativa de Dios es que nuestra vida de sabor y preserve a los demás en Cristo, que seamos puentes que conecten a los demás al amor de Dios. Pero, si no tenemos sabor a Cristo, entendamos algo - tristemente, seremos obstáculos a la gracia de Dios en la vida de los demás.
Termino elevando una oración al Padre Celestial, utilizando las palabras de Jesús en Marcos 8:50,"Señor, líbranos de ser obstáculo o piedra de tropiezo en la vida de los demás...y haznos puentes que conecten el mundo a TI. Que no falte TU sal en nuestras vidas, para que SIEMPRE podamos vivir en paz los unos con otros. En el nombre de Jesús, el puente de amor que nos conecta a ti, Amén"
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