Que malo es ir a la oficina del médico cuando uno/a esta enfermo/a, y tener que esperar mucho para que lo atiendan - horrible.
Uno llega a la oficina, en realidad queriendo estar en la cama, a llenar papeles y contestar preguntas de rutina, y se sienta en la sala de espera, que ese día los asientos le parecen a uno sumamente incómodos. Si uno tiene fiebre, lo más seguro la temperatura del cuarto le parecerá muy fría.
Estornudos, malestar estomacal, dolor en la espalda y la cabeza, etc. Diez o veinte minutos esperando parecen una eternidad. Ahí está uno esperando hecho todo un etc., cuando de repente, LLAMAN SU NOMBRE, y uno se ALEGRA, pues sabe que le ha llegado su momento y ya pronto el médico le atenderá, y le darán la medicina que uno necesita para sentirse mejor. Y, que me dicen de lo bonito que se siente cuando uno está buscando trabajo y finalmente llaman para una entrevista o para que vaya a trabajar - uno piensa "ESTE ES MI MOMENTO". Lo que pasa es que, ya sea en la oficina de un médico, una oportunidad de trabajo, u cualquier otra situación positiva en la vida que estamos esperando, a TODOS/AS nos gusta cuando nos llega nuestro momento de recibir bendición de parte de Dios - ¿verdad que sí? ---
El pasaje DE Marcos 1:9-18, nos lleva a considerar el comienzo del ministerio público de Jesús en la tierra y el llamado de sus primeros discípulos. Un relato que, todavía hoy, es muy relevante y en cual encontramos múltiples enseñanzas importantes para nuestras vidas (no importa cuántas veces lo estudie, siempre aprendo algo nuevo). Nos dice el Apóstol Marcos, que un día Jesús llegó a la región de Galilea, donde se encontraba predicando Juan el Bautista, el profeta que ya por algún tiempo estaba anunciando al pueblo israelita el cumplimiento de la promesa del Mesías y haciendo un llamado al arrepentimiento de pecados.
Este encuentro de Juan el Bautista y Jesús no fue cualquier cosa. El mismo fue algo monumental, pues constituyó el principio y la revelación pública del ministerio redentor de Jesús en la tierra. Nos dice la Biblia, que cuando Jesús salió de las aguas bautismales, Jesús vio al Espíritu Santo descender sobre El, y se escuchó una voz celestial que exclamó: "Tú eres mi Hijo amado; estoy muy complacido contigo". Y, en ese instante, frente a todos los que estaban siendo testigos, se comenzaron a cumplir las profecías sobre Jesús. Ese día Jesús fue llamado por SU NOMBRE, y le llegó SU MOMENTO de ser un canal de bendición al mundo.
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Nos dice Marcos, que Jesús, luego de ese evento y de ser tentando en el desierto, comenzó a predicar por toda la región y le decía a las personas: "El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas! En otras palabras, mis amad@s, Jesús le estaba diciendo a la gente: "Atención, el momento de recibir bendición de parte de Dios – LES HA LLEGADO". En Jesucristo, le había llegado el momento a toda la humanidad de librarse, de una vez y por todas, de la esclavitud del pecado, y de experimentar la libertad y plenitud de Dios en sus vidas: amor, aceptación, perdón, salvación, sanidad, restauración, reconciliación - este era el momento para la bendición de Dios - !Aleluya!
Más abajo, en el versículo 16, el Apóstol Marcos, nos comparte el encuentro de Jesús, con quienes serían sus primeros discípulos. Al encontrarlos en el camino, Jesús les dijo: " «Vengan, síganme...y los haré pescadores de hombres.»" En otras palabras, Jesús les dijo: "Vengan, síganme...ESTE ES SU MOMENTO DE RECIBIR Y SER BENDICION EN LA VIDA DE OTRAS PERSONAS - Simón...Andrés - ¡Este es su momento!
La vida de Jesús cambió para siempre cuando aquella voz del cielo declaró: Jesús este es tu momento. La vida de Simón y Andrés (y la de los otros 10 discípulos) cambió para siempre cuando Jesús declaró sobre sus vidas: Síganme - ESTE ES SU MOMENTO. HOY, escuchemos a Dios, que nos dice a cada uno de nosotr@s, hijo/a mio/o - ESTE ES TU MOMENTO - !Aleluya!
!Este es el momento (el tiempo) de nuestra bendición! Este es el momento en que Jesucristo nos está invitando a reclamar Su plenitud en nuestras vidas. Este es el momento, para rendirnos completamente, reconocer nuestra necesidad de Dios, arrepentirnos de nuestros pecados, y para recibir PERDON y NUEVA VIDA de parte de Dios por medio de Jesucristo. Este es el momento, para reclamar plenamente nuestra identidad como hijos e hijas del Dios Viviente - quien hoy a nosotros/as también nos dice: "Tú eres mi hijo/a amado/a; estoy muy complacido contigo".Este es el momento, para encontrar SANIDAD de todas las heridas que las experiencias de la vida nos han causado. Dejando atrás el pasado sabiendo que Dios está construyendo un mejor presente y futuro para nosotros/as.
Este es el momento, para procurar la VERDAD de Dios según se nos ha revelado en la Biblia, y ser hechos/as LIBRES de todo aquellos que nos ata, que nos limita, y que no nos permite vivir el propósito de Dios en nuestras vidas. Esposos/as - este es el momento de la bendición de Dios para tu matrimonio, para tu hogar, para toda tu familia. Padres/Madres -este es el momento de declarara la bendición y protección de Cristo sobre tus hijos/as y encaminarlos en el conocimiento del amor de Dios - pues hay una gran promesa de bendición para sus vidas si lo hacemos. Jóvenes, este es el momento de establecer prioridades sanas y de valientemente resistir todo lo que quiere distorsionar el plan de Dios para sus vidas.
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IGLESIA…este es el momento, de salir de nuestros lugares de comodidad, de echar a un lado nuestras excusas, y de responder SIN RESERVAS y CON PASION al llamado de Jesús, quien hoy también nos dice a nosotros/as: "SIGANME". Este es el momento, de una vez más consagrar nuestras vidas, nuestros talentos, nuestras habilidades, nuestras finanzas, y nuestro tiempo, al servicio de los propósitos del Reino de Dios y la visión que Dios ha mostrado para nuestra iglesia (comunidad de fe).
Este es el momento, de decirle a las montañas que están delante de nosotros, y que se nos presentan como obstáculos, QUITENSEN DEL CAMINO, pues vamos en pos del llamado de Dios para nuestras vidas....para nuestra iglesia. Este es el momento, de amar, de servir, y de ministrar a nuestra comunidad en el amor de Jesucristo. Este es NUESTRO MOMENTO de proclamar las buenas nuevas del Reino de Dios...de vivir las buenas nuevas del Reino de Dios....y de RECLAMAR y RECIBIR los beneficios que tenemos como ciudadanos del Reino de Dios - ¡Aleluya!
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Hoy, llénate de alegría. Que se regocijen nuestros corazones. Pues, el Señor nos está llamando por nombre - ||ESTE ES NUESTRO MOMENTO||, de RECIBIR bendición de Dios. Este es nuestro momento de SER instrumentos de bendición en las manos del Señor.
Este es TU MOMENTO ¿lo crees? - Entonces, no lo dejes pasar y aprovéchalo al MAXIMO. Amén
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