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Celebremos la Verdadera Navidad - Parte 1

Por los pasados cuatro/cinco días, la TV ha estado llena de noticias sobre el caos y descontrol que reinó durante este fin de semana de ventas de inicio de la época navideña. No sé si a ustedes les pasa, pero a mí me llena de mucha tristeza, ver a lo que se ha reducido la Celebración de Acción de Gracias.

Para muchas personas, este día ya no se trata de hacer un alto de la rutina para dar gracias a Dios por las bendiciones recibidas. En contraste a lo que ocurría antes, este año, millones de personas se pasaron gran parte del jueves, haciendo filas a las afueras de los centros comerciales, esperando para entrar a comprar artículos a "precios de descuento", para las fiestas navideñas. Una tienda de descuento que abrió el jueves en la tarde, se fue al extremo y publicó un anunció en el periódico del jueves que leía en letras grandes: "El Día de Acción de Gracias puede esperar a mañana...nuestro especiales no" (BTW, no volveré a comprar en esta tienda, mientras me sea posible).

El panorama era triste. Filas interminables. Familias fragmentadas que no celebraron juntas porque había que hacer "shopping". Empujones e insultos por televisores de plasma. Peleas por un set de toallas. La gente comprando descontrolada, gastando el dinero que NO TIENEN, endeudándose, TODO, porque le han creído la mentira al mundo sobre lo que significa la Navidad.

Como si esto no fuera suficiente, uno le pregunta a la gente porque es importante la época Navideña y las respuestas son tan deprimentes como las filas del "black friday": que si un tiempo para compartir en familia, que si regalo para los niños. Otra persona me dijo que la Navidad le encanta por las lucecitas y el árbol de Navidad. Que si las parrandas, las cenas...etc. Y, ante este panorama tan triste yo me pregunto: ¿DONDE HA QUEDADO JESUS EN NUESTRA CELEBRACION DE LA NAVIDAD?
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Hoy, comienza en el calendario cristiano, la época de Adviento - que es el tiempo donde nos preparamos, como Iglesia, para celebrar la natividad de nuestro Señor Jesucristo. Un tiempo muy especial, que nos provee una oportunidad para reconstruir una visión más clara sobre que REALMENTE es la Navidad. Durante las próximas semanas, estaremos reflexionando en comunidad sobre algunos aspectos, que espero en el Señor, nos ayuden a retomar el verdadero significado de la Navidad, en nuestro diario vivir.
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La Biblia, en Juan 1:-14 nos ofrece, en mi opinión, la esencia de lo que somos llamados/as a celebrar durante la época navideña. Aunque le parezca a algunos/as clase de Escuela Dominical o tal vez muy elemental o básico, estemos claros sobre algo: JESUCRISTO ES LA NAVIDAD (nada más...nadie más). Jesucristo es la Navidad.

Como nos dice el Apóstol Juan, El mundo estaba en tinieblas por causa del pecado, y en el momento adecuado, El Padre Celestial, en su amor, nos envió a su Hijo Jesucristo, para que su LUZ brillara en el mundo trayendo esperanza a la humanidad (eso es la Navidad). En Jesucristo, el Padre, nos reveló la plenitud de Su gloria, y nos compartió su gracia (su amor),  y verdad. Muy bien lo dice el versículo (14): "Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad" (eso es la Navidad). En Jesucristo, a los que le recibimos como nuestro Señor y Salvador, se nos ha concedido el privilegio y derecho de ser llamados hijos/as de Dios, el perdón de nuestros pecados, y la esperanza y promesa de la vida eterna.

Esto es lo que celebramos en la Navidad: la esperanza de Cristo; el amor de nuestro Salvador; la paz que solo en el podemos encontrar; y el gozo (la alegría) que nos produce el amor de Dios, en Cristo Jesús. Lo demás, no es necesario, pero sin esta gran verdad, entendamos: NO HAY NAVIDAD.
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Hoy, el mensaje es breve, y la invitación sencilla, pero CONTUNDENTE. Asegurémonos que celebramos la verdadera Navidad - a Jesucristo, el Señor. Dios y Salvador de nuestras almas. En este día, en humildad, hagamos un auto-análisis, y miremos a ver si estamos entrando a la época navideña con la actitud y entendimiento correcto, o si es necesario un reajuste, que nos permita retomar el verdadero significado de esta tan importante celebración cristiana.

Jesucristo es la Navidad. 

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