Por las pasadas dos semanas, hemos estado
reflexionando sobre diferentes aspectos de nuestra identidad en Cristo y sus
implicaciones y bendiciones para
nuestras vidas. Como ya les he venido
diciendo, saber quiénes somos es MUY IMPORTANTE, pues SOLO CUANDO ESTAMOS CLAROS/AS SOBRE NUESTRA IDENTIDAD, caminamos hacia
lo que podemos ser.
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Hoy, quisiera que
consideremos un tercer aspecto de nuestra nueva identidad en Cristo, que es muy
importante y que tiene grandes repercusiones en nuestro diario vivir y en la
vida de la gente a nuestro alrededor. La Biblia, nos dice en Romanos 5:10, que
antes de estar en Cristo, por causa del pecado, éramos considerados/as,
ENEMIGOS/AS de Dios. Pero, como nos aclara el pasaje que leímos hoy en 2 Corintios 5 16-20, ahora somos NUEVAS
CRIATURAS en Cristo, y se nos ha reconciliado con Dios. La enemistad, que antes
existía por causa del pecado, fue resuelta, y hoy somos considerados/as
AMIGOS/AS de JESUS. Yo no sé cuantos amigos/as tu tengas, pero SIEMPRE
RECUERDA que gracias al amor de Dios,
tienes el amigo de los amigos - a Jesucristo el Señor.
Pero, con esta gran
bendición...de haber sido reconciliados con Dios...de ser considerados amigos
de Jesús, también nos viene un gran privilegio que trae consigo una gran
RESPONSABILIDAD. En el versículo 18 (2 Cor 5), no solo se nos dice que en
Cristo hemos sido reconciliados/as con Dios, sino que también se nos ha
DELEGADO este ministerio de RECONCILIACION. Y, como si esto no fuera
suficiente, inmediatamente, en el versículo 20, se nos concede un título de
mucha importancia: se nos llama EMBAJADORES/AS DE CRISTO, al mundo.
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Durante las pasadas
semanas, hemos estado escuchando sobre las tensiones que existen entre Estados
Unidos y Siria. La situación política entre estas dos naciones es muy delicada,
y la opción de una guerra, parece estar siendo considerada seriamente por el
presidente americano. En medio del conflicto entre estas dos naciones, hemos
escuchado al presidente de los EEUU hablar varias veces por la TV explicando porque
es importante atender la situación en Siria. También, el secretario de estado
ha mencionado posibles estrategias militares que se están considerando. Pero
hay una persona, de la cual no escuchamos mucho, y a quien tal vez poca gente
conozca, que está haciendo un trabajo IMPORTANTISIMO, en medio de este
conflicto: el embajador de Estados Unidos en Siria.
Este hombre, quien tiene
la responsabilidad de representar a los EEUU ante los oficiales de gobierno en Siria,
está inmerso en conversaciones y negociaciones muy delicadas que pueden hacer
la diferencia entre la paz, o una guerra. En contraste a los largos discursos
de los políticos sobre este tema, en un breve comunicado de prensa, el
embajador de EEUU en Siria dijo: "en
este momento, estamos haciendo todo lo humanamente posible para reconciliar las
diferencias que existen, tener la violencia, todo con el propósito de que haya
paz".
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Mis
amados/as, a la luz de estas declaraciones del embajador de EEUU en Siria, yo
espero podamos entender mejor la gran responsabilidad que ha sido puesta en
nuestros hombros al ser llamados/as EMBAJADORES/AS DE CRISTO. Tú
y yo, somos representantes del Reino de Dios, llamados/as a pregonar el mensaje
de salvación en Jesucristo, para que cada día más personas puedan tener paz con
Dios y sean salvas. Tú y yo, somos la voz de Dios, las manos y pies de Cristo,
en el mundo. Sus representantes...sus agentes, delegados/as con la importante
tarea del ministerio de la reconciliación.
Esta bendición tan grande
que hemos recibido, no es para quedárnosla para nosotros/as mismos/as - SINO
PARA COMPARTIRLA con las personas a nuestro alrededor. Un día estabas lejos,
pero el Señor te acercó. Ahora te toca a ti acercar a otras personas a Cristo.
Antes, eras extraño, pero hoy eres familia de Jesús. Ahora, como embajador/a,
te toca a ti, introducir a otras personas a la familia de Dios. Antes eras
enemigo/a de Dios, pero gracias a Jesucristo, hoy hay paz en tu vida. Ahora,
como representante del Reino de Dios, te toca a ti compartir el evangelio de la
reconciliación, para que otras personas, que hoy viven enemistadas con Dios,
encuentren Su paz.
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Ahora
bien, ¿cómo nos convertimos en buenos/as embajadores/as de Cristo? Tres
cosas que les quiero compartir brevemente: Primero, un buen embajador/a CONOCE MUY BIEN a quien representa. Entonces,
para poder ser un buen/a embajador/a de Cristo - TIENES QUE CONOCERLE BIEN. Tienes
que conocerle de primera mano, tienes que procurar una relación personal e
íntima con Jesucristo. Tienes que conocerle bien por medio del estudio de la
Biblia; por medio de una vida activa de oración, congregándote; por medio de tu
envolvimiento y servicio en Su iglesia. No hay de otra, solo puedes representar
bien, a quien CONOCES BIEN.
Segundo,
un buen embajador/a es una persona que exhibe mucha sabiduría, que se esfuerza
por conocer a la gente, y los trata con amabilidad. A diferencia de un
presidente que vive en su nación, el embajador/a vive entre la gente, a quien
se le llama a representar su país. Si vas a ser un buen embajador/a de Cristo,
no puedes aislarte de la gente. No te puedes encerrar en actos de religiosidad,
ni en las cuatro paredes de la Iglesia, o
crear distancia con los demás por miedo a "contaminarte". Por
el contrario, al igual que Jesús, tienes que vivir entre la gente, y para la
gente. Les conoces, les amas, y te preocupas genuinamente por sus necesidades.
Les aceptas y convives con ellos/as, celebrando lo mejor de quienes son. Por
otro lado, entendamos que el ministerio de la reconciliación, no lo podemos llevar
a cabo a palo limpio, tenemos que ser sabios/as y amables. Nuestro trabajo no
es pelear con la gente...por el contrario, como embajadores de paz, en amor,
procuremos siempre compartir el evangelio de Jesucristo, con mansedumbre y
humildad. Siempre, pidiendo al Espíritu Santo, nos muestre el momento oportuno
y nos conceda las palabras apropiadas para compartir el amor de Cristo con los
demás.
Y, tercero, y MUY
IMPORTANTE, un buen embajador/a vive
dando ejemplo de los valores y mejores ideales del país que representa. Si vas a ser un buen/a embajador/a de
Cristo, TIENES QUE DAR BUEN TESTIMONIO a todos/as, que de una muestra clara de
lo que el Señor está haciendo en tu vida. Como embajador/a de Cristo, tu manera
de vivir, puede hacer la diferencia entre "guerra o paz" en la vida
de una persona. No te engañes...tu mal testimonio, aleja a los demás de Cristo.
Debido a tu mala manera de vivir, no importa lo que tú les digas, ellos NO van
a querer relacionarse con Jesús. PERO, si vives consciente de tu
responsabilidad, siempre procurando, dar lo mejor de ti, en amor, misericordia
y justicia, dependiendo plenamente del Espíritu Santo (Hechos 1:8): te
convertirás en un imán, y la gente se va a acercar a ti, y Dios te dará
oportunidades de compartirles el mensaje de la reconciliación, y de ser el
instrumento para que ellos/as se acerquen a Cristo.
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En Jesucristo, hemos recibido NUEVA VIDA - y con
esa nueva vida, una nueva identidad que nos encamina a la plenitud de nuestro
Creador. En este día, celebra el amor, que te da derecho a ser llamado/a HIJO/A
de DIOS, familia de Jesús. Reclama, tu estatus como SANTO/A, separado/a por y
para Dios, y procura vivir y crecer en santidad. Y, como representante del
Reino de Dios, pídele al Espíritu Santo, te ayude a ser un buen embajador/a de
Cristo, para que a través de tu proclamación del evangelio, de tu convivencia
diaria, y de tu buen testimonio, sean muchas las personas que se reconcilien
con el Señor, y puedan vivir en paz, con Dios, y con su prójimo.
¿Quién eres en Cristo? No sé tú, pero yo
soy un hijo de Dios, adoptado a la gran familia de Jesús. Soy un santo,
separado por Dios y para Dios, que cada día procurar crecer en santidad, y soy
un embajador de Cristo - privilegiado con la gran tarea de proclamar la
reconciliación, y encaminar a las personas en mi radio de alcance a vivir en
paz con Dios y con los demás.
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