La semana pasada, comenzamos a reflexionar
sobre QUIENES SOMOS EN CRISTO. Juntos/as, estamos descubriendo diferentes
aspectos de nuestra identidad en Cristo y sus implicaciones y bendiciones para nuestras vidas. Como ya les dije la semana pasada, saber
quiénes somos es MUY IMPORTANTE, pues si no estamos claros/as sobre nuestra
identidad, vivimos desorientados/as, sin saber hacia dónde caminar, ni como
vivir. Mis amados/as, SOLO CUANDO
ESTAMOS CLAROS/AS SOBRE NUESTRA IDENTIDAD, caminamos hacia lo que podemos ser.
---
La semana pasada, a través del pasaje en la Biblia, de 1 Juan 3:1, vimos que al confesar a
Jesucristo como nuestro Salvador, Dios construye el fundamento sobre el cual se
edifica nuestra nueva vida en Cristo. El Apóstol declaró con regocijo: "¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que
se nos llame hijos[as] de Dios!."
QUE BENDICION...cuando entregamos nuestras vidas al amor y cuidado de
Jesucristo, venimos a formar parte de la familia de Dios - y se nos ama e
identifica como HIJOS/AS del Dios viviente. En Jesucristo, no hay huérfanos/as,
ni gente realenga ni desamparada. Somos FAMILIA de Jesús - Aleluya.
---
Ahora bien, hoy, el texto
que leímos en Efesios 1:1-20, nos revela otra faceta de nuestra identidad como
discípulos de Jesucristo - una que tiene repercusiones MUY GRANDES para nuestras
vidas. El Apóstol Pablo, al escribirle a los cristianos de aquella región, se
refirió a ellos, como escuchamos en múltiples ocasiones, como: SANTOS/AS.Oigan,
y aquí la cosa se complica bastante. Lo más seguro ninguno/a de nosotros/as
tenemos problema con escuchar que al venir a Cristo se nos hizo hijos/as de
Dios, ¿pero santos/as?
La realidad es que a
muchos/as cristianos/as se les hace muy difícil creer y comprender que por
medio de Jesucristo, Dios les hace SANTOS/AS. Yo escucho a la gente todo el
tiempo decirlo: "para Santo...Dios"; "yo soy cristiano, pero no
soy santo"; o cuando los sorprenden en un error, se justifican diciendo
"...ni que fuera yo un santo". PERO, si algún vamos a reclamar plenamente la nueva identidad que recibimos
de Jesucristo, sepamos, creamos, y celebremos que por medio de CRISTO - hemos
sido hechos/as SANTOS/AS en los ojos de Dios. Santos/as - que a diferencia
de lo que mucha gente cree o se les ha hecho pensar, no significa ser PERFECTO,
sino PERSONAS SEPARADAS POR DIOS Y PARA DIOS. Tú no te puedes hacerte santo, la
iglesia no te puede declarar santo: solo Dios te hace santo, no por tus
méritos, sino por medio de Cristo Jesús.
---
Permítanme
explicarles...como nos dice Efesios 1, cuando confesamos a Jesucristo y le
seguimos, ocurre algo extraordinario en nuestra vida. Somos hechos/as SANTOS -
separados/as por Dios y para Dios. Estábamos muertos, pero en Cristo recibimos
nueva vida; estábamos lejos, pero gracias a Cristo somos acercados/as; éramos
extraños, pero ahora somos llamados hijos e hijas de Dios. Eras extranjero,
pero ahora se te ha concedido ciudadanía en el Reino de Dios. Eres santo/a -
separado/a por Dios....Y PARA DIOS. Efesios 5:25-26 dice: "...Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella para hacerla
santa".
ENTONCES, entendamos que
si confesamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, y nos arrepentimos de
nuestros pecados - YA NO MAS PODEMOS SEGUIR DICIENDO: SOY UN PECADOR/A, pues
esa ya no es tu identidad. En Cristo eres nueva criatura, una persona SANTA. Y
esto es verdad, aun si tu no lo puedes comprender, el Señor declaró sobre ti esta bendición y te
ha llamado: SANTO/A. Pero, con esto yo no les estoy diciendo que los cristianos
no pecamos, porque eso sería en sí mismo un pecado. No vaya nadie a pensar que
el pastor se volvió loco. La Biblia nos dice claramente en 1 Juan 1:8, que
"si afirmamos que no tenemos pecado,
nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad".
Aquí, de lo que yo les
estoy hablando, es de entender una verdad MUY PODEROSA. Cuando tu viniste a los
pies de Jesús, y lo hiciste Señor de tu vida: LA AUTORIDAD DEL PECADO SOBRE TI FUE DERROTADA. Lo que impedía que te
conviertas en la persona que Dios anhela que tú seas: fue quitado, se te dio
una nueva vida....una nueva identidad...antes eras un pecador/a, esclavo/o y muerto
al pecado....más hoy eres un santo, libre y lleno de vida en Cristo, que está
creciendo en gracia y que se está santificando, cada día más, en el poder del
Espíritu Santo.
---
Mis
amados/as, tenemos que reclamar la identidad que Cristo nos ha dado...porque si
no lo hacemos, NOS SERA IMPOSIBLE CAMINAR HACIA LO QUE PODEMOS SER. Si tú le crees al diablo
cuando te dice que eres "un pecador", vas a seguir esclavizado a esa
mentira...y vivirás siempre en pecado. Pero, si le crees a DIOS, cuando te dice
que eres "SANTO", entonces eres libertado/a y se rompe el yugo de autoridad
del pecado sobre ti. Porque SABES QUIEN ERES...comienzas a caminar con
perseverancia hacia cosas mejores y mayores - y con la ayuda del Espíritu
Santo, te comienzas a comportar como la persona SANTA que Dios dice que TU
ERES.
---
No sé si han considerado alguna
vez el cuento del "águila que se creía pollo". Pero, permítanme
contarles esta breve historia, que pienso nos puede ayudar a comprender mejor
esta gran verdad espiritual. Había una vez, un criador de pollos, que se
encontró un águila recién nacida que por accidente se había caído de su nido.
El hombre, rescató al pequeño águila, le sanó sus heridas, y lo llevó a vivir
en su establo, junto al resto de sus pollos.
Pasó el tiempo, y el
águila creció - pero había un gran problema, este águila, aun cuando tenía
todas las cualidades naturales asignadas a su clase, creía que era pollo. Y
porque creía ser pollo: se comportaba como un pollo. No volaba, escarbaba por
su comida en el suelo, se conformaba con estar encerrado en un corral, y no vivía a la estatura de su potencial como
la ave más majestuosa en el reino animal.
Un día, un amigo del
criador de pollos, le dijo: "¿Cómo es posible que permitas que ese gran
águila viva como pollo? Hoy mismo, llévalo a la montaña más alta, permítele
contemplar la magnitud del firmamento y todas sus posibilidades , y grítale que
es águila y no pollo, a ver qué pasa". El hombre, sabiendo que no era
correcto que un águila viviera como pollo, siguió el consejo de su amigo, y
llevo al águila al tope de la montaña más alta de la región y le gritó "ERES
AGUILA...NO POLLO", y lo dejó en libertad. Inmediatamente, el águila, al
contemplar la extensión de cielo y tierra, y todas sus posibilidades...movido
por el instinto que había sido plantado en el por su Creador, descubrió quien realmente
era...y lo que podía hacer, y comenzó a agitar sus alas fuertemente, se elevó
en los aires...voló alto y muy rápido...y NUNCA MAS, volvió al corral pues ahora
sabía que ERA AGUILA - Y NO UN POLLO.
---
¿Qué
piensas que eres? En este día, escucha a
Dios que te dice: ERES AGUILA...NO POLLO. Eres mi hijo/a
amado/a, parte de mi familia - no huérfano. Ciudadano - no extranjero. Si tu
corazón le pertenece a Cristo, ya no más eres esclavo pues yo te he libertado.
Ya no estás muerto, pues de mi recibes nueva vida...YA NO ERES UN POBRE
PECADOR. Eres SANTO/a - un hombre, una mujer separado/a por Mí y para Mí.
HOY, RECLAMA TU IDENTIDAD
EN CRISTO - para que puedas caminar hacia lo que Dios declara que tu puedes
ser. Tu puedes ser una persona íntegra. Tu puedes ser una persona digna de
confianza, que habla siempre la verdad. Tu puedes dejar atrás vicios y estilos
de vidas destructivos. Puedes vivir en sobriedad. Tu puedes ser un buen
esposo/a, un/a buen/a padre/madre. Tu puedes ser un buen administrador de lo
que Dios te da. Puedes ser paciente, bondadoso. compasivo con los que sufren.
Tu puedes ser una persona servicial. Tu puedes vivir conforme al orden de Dios
y a la verdad de Su Palabra. Puedes tener prioridades claras y balanceadas. Tu
puedes, en el poder del Espíritu Santo, ser santo, y crecer cada día en
santidad.
Tu puedes......TU
PUEDES...¿sabes por qué? Porque en Jesucristo...gracias a CRISTO eres águila,
no pollo.
Oración: Gracias Dios porque en Jesucristo, recibimos
el privilegio de ser llamados/as tus hijos/as y declarados/as SANTOS/AS -
separados/as por Ti y para Ti. En este día, Espíritu Santo, ayúdanos a dejar
atrás todo aquello en nuestras vidas que sea producto de un sentido equivocado
de IDENTIDAD. Señor, que ya no más, creamos las mentiras del enemigo que trata
de engañarnos, ni pensemos que somos impotentes ante el pecado. Sino que
podamos reclamar la plenitud de quienes somos en Cristo, y que con la ayuda del
Espíritu Santo crezcamos cada día en santidad, en amor, en tu justicia y tu
verdad.
El que se sentía lejos...hoy tu lo
acercas a ti. Quien se sentía huérfano o desprovisto, le das la certeza de que
es parte de tu familia. El que se sentía extranjero...le afirmas que es
ciudadano/a del cielo - quien pensaba que era esclavo del pecado....recibe
libertad para ser la persona SANTA que hoy tu declaras que es. Todo esto, por
el poder Jesucristo nuestro Señor y Salvador, lo pedimos - AMEN.
All rights reserved/
Todos los derechos reservados.
Comentarios
Publicar un comentario