¡Qué malo es sentir que estamos perdiendo el control! A nadie le gusta
estar fuera de control. Todos tenemos un deseo innato y una necesidad de tener
orden en nuestras vidas. ¿verdad que si?
Este invierno, Jazelis y los
nenes, tuvimos la oportunidad de ir esquiar en la nieve por primera vez, en los
10 años que llevamos en los EEUU. Fue una experiencia maravillosa. Un amigo nos
prestó su cabaña en los Póconos, y en realidad pasamos un tiempo muy bonito. Pero,
ya cuando veníamos de regreso hacía NJ, ocurrió algo que jamás olvidaré.
Durante los dos días que
estuvimos en la montaña nevó bastante, y como era de esperarse, las carreteras
no estaban en la mejor condición. En un momento de la travesía, de repente, yo
sentí como que el auto se tornó liviano. Yo sabía que algo no estaba bien.
Inmediatamente, me percaté que habíamos perdido tracción debido a la nieve que
se había acumulado en la carretera y convertido en hielo. Yo había perdido control del auto. Los frenos no funcionaban. El
guía parecía estar desconectado del eje, pues no respondía a mis movimientos. Yo
me llené de pánico – un choque (accidente) era inminente. Impotente ante lo que
estaba viviendo, lo único que puede hacer fue decirle a todo el mundo que se
aguantaran fuertemente.
Gracias a Dios, no chocamos
con otro vehículo, sino que después de unos 50-100 pies del carro patinar por
la carretera, terminamos estrellándonos contra una montaña de nieve. Los daños
al auto fueron mínimos, y pudimos sacarlo del atochadero, gracias a la ayuda de
un buen samaritano que vino a nuestro auxilio. Pero, esta experiencia, como
ninguna otra que haya vivido hasta ahora, me hizo reflexionar sobre: ¡LO MALO QUE
ES SENTIR QUE UNO PIERDE EL CONTROL!
Durante el mes de mayo, vamos
a estar reflexionando juntos sobre la importancia de asumir el control y
procurar el orden de Dios en nuestras vidas. Muchas veces, aun sin darnos cuenta, vivimos en un caos y en un total
desorden, que no nos permite vivir el propósito de Dios y experimentar la
plenitud de Jesucristo en nuestras vidas. Como les dije al principio, todos nosotros/as,
tenemos un deseo innato y una necesidad de tener orden en nuestras vidas. Y,
cuando perdemos ese balance (orden), nos sentimos, como me sentía yo mientras
mi auto resbalaba en la nieve – a la deriva – FUERA DE CONTROL.
Vivir ordenadamente, y con un
sentido SALUDABLE de control, es parte de nuestro DNA – parte del diseño de
Dios. La Biblia nos enseña en Génesis 1:26, que nosotros/as fuimos creados a la
imagen y semejanza de Dios. Entonces, tener orden y control es parte de lo que
Dios anhela para nuestras vidas – porque nuestro Dios, es un Dios de ORDEN. Todo
lo que tenemos que hacer, para confirmar esta verdad, es considerar el relato
de la creación. Génesis nos enseña que Dios creó la belleza de este mundo de
algo que estaba deforme y en caos. Dios no solo trajo orden en medio del caos,
sino que el orden que estableció es extraordinario. Incluso, la sucesión de los
días en Génesis y el progreso de lo que Dios hizo, nos muestra un propósito y
un orden.
Entonces, no nos debe
sorprender, que como criaturas moldeadas a la semejanza de Dios, perder el
control…vivir desordenadamente…a la deriva…sin propósito…fuera de balance: NOS
HAGA SENTIR MAL – y es que si vivimos de esta manera – ALGO TIENE QUE ESTAR
MAL. La entrada del pecado al mundo,
alteró el orden de Dios para toda Su creación. La rebeldía de Adán y Eva,
distorsionó la belleza de lo que Dios había hecho. Estos dos seres, queriendo
tener control de sus vidas, fuera del orden de Dios, lo que hicieron fue –
PERDER EL CONTROL DE SUS VIDAS. Pero gracias a Dios, por Jesucristo, nuestro
Señor y Salvador. Quien en el momento oportuno, entro al caos que el pecado
había provocado en el mundo, y vino a restablecer el orden del Padre Celestial,
y a libertarnos de todo aquello que no nos permite vivir en la plenitud de
nuestro Creador - ¡Aleluya!
Todos/as nosotros/as,
comenzando conmigo, tenemos áreas de nuestras vidas que están fuera de control
y/o en desorden – pero no tenemos porque sentirnos tristes ni derrotados, pues
tenemos a Jesucristo, en quien encontramos la esperanza de la RESTAURACION. Muy
bien lo dijo el Apóstol Lucas 19:10 cuando escribió “Porque el Hijo del hombre
vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”. Entonces, si en este día te
sientes como carro que va patinando en el
hielo y reconoces que necesitas más ordenar tu vida, que necesitas retomar
el control – abre tu corazón al amor de Jesucristo, y al poder transformador
del Espíritu Santo. Pídele al Señor, sin vergüenza, que te ayude a encontrar el
balance que te encamine, de una vez y por todas, al propósito de bendición de Dios para tu vida.
¿Quieres retomar el control de tu vida? ¿Quieres
encontrar orden y balance en tu manera de vivir? – Si tu respuesta fue si,
repite conmigo: “SEÑOR JESUS, TE ENTREGO HOY EL CONTROL DE MI VIDA, CONFIANDO
QUE TU ME AYUDARAS A ENCONTRAR ORDEN, BALANCE Y PROPOSITO UNA VEZ MAS”.
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Ahora bien – ¿y por donde empezamos a retomar control de
nuestras vidas y encaminarnos a vivir en el orden de Dios, una vez le
entregamos el control a Jesucristo?
La Biblia, en el libro de
Eclesiastés 3:1-13, nos dice: “Todo tiene
su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace en la vida”. Si
algún día podremos tener control y orden en nuestras vidas, será cuando le
pidamos al Señor que nos ayude a ordenar y encontrar balance en la manera que
administramos NUESTRO TIEMPO.
Vamos a ver, ¿cuál es la
excusa más común que la gente da, para vivir desordenadamente, sin balance o
prioridades saludables? – “ES QUE NO TENGO TIEMPO”, “ES QUE EL TIEMPO NO ME
DA”, “ES QUE TENGO TANTAS COSAS QUE HACER – YA NO ME CABE NADA MAS EN EL
CALENDARIO”. No importando las excusas que le pongamos al Señor para nuestro
desorden y descontrol – Dios contundentemente nos declara en su Palabra: QUE
PARA TODO HAY UN TIEMPO OPORTUNO. Y como hay tiempo para todo, entonces,
nuestra responsabilidad es ser sensibles a la dirección del Espíritu Santo,
para que podamos discernir qué cosas debemos y no debemos hacer, que compromisos
debemos y no debemos aceptar, que realmente es necesario e importante en esta
vida.
Todos los días las opciones
son INTERMINABLES – pero no lo podemos hacer todo. Parte de nuestro crecimiento
como seguidores de Jesucristo es aprender a administrar nuestro tiempo. Saber
lo que tenemos que hacer hoy, lo que puede esperar hasta mañana, Y LO QUE NO ES
NECESARIO HACER EN ABSOLUTO. Si al final del día, siempre te encuentras
demasiado agotado, frustrado y renegando por el día – lo más seguro hiciste más
de lo que debías, y eso es tu culpa – NO DE DIOS. ¿Quieres orden y balance en tu vida? – entrégale tu calendario a DIOS.
Asegúrate que SIEMPRE CRISTO ESTE EN EL CENTRO DE CADA FACETA DE TU VIDA – que
es lo que nos ayuda a poner todo en perspectiva y en un balance apropiado. Antes
de aceptar compromisos nuevos siempre pregúntate: ¿Esto está dentro del orden
de Dios para mi vida? Que siempre haya tiempo en tu calendario para nutrir tu
fe [que sea lo primero en tu agenda, no lo último]. Tiempo …para orar, para
estudiar la Biblia…para pasar tiempo de calidad con tu familia, tu esposa/o (si
tienes), tus hijos/as (si tienes). Que haya siempre tiempo para congregarte,
para servir…Y PARA DESCANSAR. AH, Y NO SE AFANEN TANTO POR EL CALENDARIO. Eclesiastés
escribió: “¿Qué provecho saca quien trabaja, de tanto afanarse?”(vs9). Jesús
mismo nos los enseñó cuando dijo: “no se angustien por el mañana, el cual
tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas”.
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Mis amados/as, Dios nos creó
para que vivamos dentro de su perfecto orden y en control de nuestras vidas –
bajo su autoridad y guía por medio del Espíritu Santo. En este día la
invitación es monumental: Si quieres tener el control de tu vida – ENTREGALE EL
CONTROL DE TU VIDA – A JESUS.
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