Hace ya más de 10 años, los Estados Unidos fue impactado por el peor ataque terrorista en suelo americano. Estos eventos, que tuvieron lugar en la ciudad de Nueva York, dieron paso a la que hoy en día se considera una de las guerras más largas y complicadas en la que este país se haya visto envuelto.
El día después de los actos terroristas en la ciudad de Nueva York, el presidente de los Estados Unidos en aquel momento, hizo unas declaraciones alarmantes, que al recordarlas, todavía resuena fuertemente en mi memoria el impacto que tuvieron para mí. El presidente Bush dijo a la prensa en aquella ocasión: “Hoy, hemos comenzado una guerra contra un nuevo tipo de enemigo – el terrorismo. Un enemigo que no conocemos, ni sabemos como se ve o actúa. Un enemigo que se ha infiltrado en nuestro país sin que nos diéramos cuenta”.
Para hacerles una historia larga corta, esta fue una guerra muy difícil para los Estados Unidos. Se gastaron sobre 750 billones de dólares; miles de soldados americanos murieron, decenas de miles de soldados fueron heridos, y cientos de miles de civiles murieron (cifras no oficiales). Y lo más lamentable de todo fue que, como el mismo presidente reconoció unos años después de comenzado este conflicto armado: "…el ejército fue a la guerra sin saber con quién iba a pelear; cómo pelear y con qué armas iba a pelear para ganar. ---
Puede ser que ustedes se pregunten que tiene que ver todo esto de la guerra en Irak con nuestras vidas como discípulos de Jesucristo. Bien sencillo, mis amad@s, nosotros también estamos en una batalla. Nosotros también tenemos un enemigo. Un enemigo que es muy diferente a lo que la gente a veces puede o quiere entender o pensar. Hay muchísimas personas que están viviendo sin Jesucristo en sus corazones que todos los días son víctima de los ataques despiadados de este enemigo. Todavía peor, hay muchas personas, que aun habiendo perseverado en la fe cristiana por muchísimos años, todavía no conocen bien quien es su enemigo, no conocen como opera; y muchos menos se sienten que tienen las armas correctas para enfrentarlo. ¿Quién es ese enemigo? – La Biblia se refiere a él como: Satanás, o el diablo.
Y aun cuando hay personas que no les gusta que se hable del diablo en la Iglesia, creo que es muy importante que nosotros conozcamos lo más que podamos sobre nuestro enemigo espiritual. Pues, como aclaró el profeta Oseas: es por falta de conocimiento que perece el pueblo de Dios (4:6). Esto no se trata de meterle miedo a nadie, por el contrario – tenemos que hablar y aprender sobre estas cosas, para que podamos vivir SIN MIEDOS, confiando que en Jesucristo tenemos todo lo necesario para ser más que vencedores.
La mayoría de los cristianos, conocemos bastante sobre el amor de Jesucristo, pero muchas veces fracasamos en nuestro caminar de fe, por falta de conocimiento sobre aquel que vive dedicado a tratar de destruir lo que Dios está haciendo en nuestras vidas. Por eso es que hay tantas personas viviendo en derrota espiritual. Por eso es que hay tantos cristianos apartados viviendo decepcionados con la Iglesia; tantos matrimonios destruidos; tantas familias hechas pedazos. La Palabra de Dios nos dice en 1 Pedro 5:8 que "nuestro enemigo, el diablo, ronda como un león rugiente buscando a quien devorar". Es muy importante que como discípulos de Jesús, entendamos que nosotros estamos en una constante guerra contra el enemigo, resistiendo los deseos pecaminosos que muchas veces nos invaden. Estamos en guerra constante contra las tentaciones con las cuales el nos seduce; contra las dudas, contra los rencores; la falta de perdón y muchas cosas más.
---El capítulo 6 del libro de Efesios en la Biblia, es muy importante para los cristianos que deseamos reclamar la victoria de Jesús para todas las áreas de nuestras vidas. Por tal razón, vamos a dedicarle varias semanas al tema de la batalla del cristiano y a estudiar lo que nos dice la Biblia sobre cómo prepararnos y como vestirnos para reclamar nuestra victoria en Jesús. En otras palabras - nos vamos a vestir, para VENCER - ¡Aleluya! ---
Hoy, quisiera que pongamos nuestra atención en los versículos del 10-12 en el capítulo 6 de Efesios, los cuales nos ayudan a entender lo que tenemos que saber antes de ir al campo de batalla del cristiano. Voy a regresar a mi señalamiento original sobre la guerra de Irak. “Al ejército [americano] se le hizo muy difícil pelear porque fue a la guerra: sin saber con quien iba a pelear; como iba a pelear y con qué armas iba pelear”. Mis amados, muchas veces, nosotros también, NO avanzamos y somos derrotados/as en nuestro caminar cristiano por que tampoco sabemos claramente quien es nuestro enemigo; ni cómo enfrentarlo, y mucho menos con que armas enfrentarlo.
Entonces, el primer paso antes de ir al campo de batalla espiritual luego de haber reconocido a Jesucristo como tu Salvador es que : tienes que saber CLARAMENTE quién es tu enemigo.Nos dice el versículo 12 en Efesios 6 que nuestra lucha no es: "contra seres humanos, sino contra poderes, autoridades y potestades que dominan en las tinieblas y contra fuerzas espirituales malignas"
Siempre tenemos que estar claros que el enemigo del que nos habla la Biblia no eres tu mismo, ni es tu esposo(a); ni ese hijo(a) que se ha revelado; ni tus padres o familiares. El enemigo no es ese vecino que tanto nos molesta; o este jefe que nos hace la vida imposible en el trabajo. No es el gobierno que nos rechaza y margina. Nuestro enemigo no es esa crisis financiera por la que podamos estar pasando o la enfermedad que pueda estar mortificando nuestro cuerpo. Nuestro enemigo, como nos aclara la Biblia es: el diablo y todo lo que él representa.
Y, si NO estamos claros sobre esta dimensión de nuestra lucha espiritual – tristemente, nos la vamos a pasar de pelea en pelea, destruyendo TODO lo que tengamos a nuestro alcance – aun a los aliados que Dios pone a nuestro alrededor para ayudarnos. Pero, cuando sabemos quien es nuestro enemigo, entonces podemos reclamar el conocimiento de Jesucristo que nos ayuda a enfrentarnos a las luchas de esta vida con una perspectiva correcta.
Ya no vemos a la personas frente a nosotros como nuestro enemigo – sino a la fuerza que puede estar detrás de esa persona. El mismo Jesús, en muy momento muy poderoso en su ministerio – reprendió una actitud de Pedro, pero nos dice el evangelio que cuando Jesús reprendió lo malo no dijo: Pedro apártate de mí – sino que sus palabras fueron "Satanás apártate de mí". Es por esta verdad que nosotros, al igual que Jesús, podemos amar a todas las personas, a pesar de su pecado; porque nuestro enemigo verdadero no son las personas a nuestro alrededor sino las fuerzas malignas que muchas veces influencian las vidas de tanta gente. Tienes que saber CLARAMENTE quién es tu enemigo---SEGUNDO PASO, antes de ir a la batalla – Efesios 6:10, nos dice que tenemos quefortalecernos en el poder de Jesucristo. Mis amados, no podemos ir a esta guerra todos debiluchos y esperar vencer. Dice la palabra en Romanos 8:13, que es sólo en el poder del Espíritu Santo que podemos sobrevivir los ataques de enemigo. Oigan, y nos fortalecemos en nuestra fe (a riesgo de sonar como un disco rayado): leyendo y estudiando la Biblia en privado y junto a otros cristianos para conocer mejor el plan de batalla de Jesucristo; manteniendo comunión con Dios a través de una vida de oración; y practicando las disciplinas espirituales que nos dejo el Señor [que muchas veces descuidamos] como el ayuno y la vigilia. También, nos congregamos para ser fortalecidos en la presencia del Señor, y a través del compañerismo con nuestros hermanos en la fe.
Yo insisto que aquellas personas que no ven la importancia de congregarse consistentemente, tienen una desventaja muy grande ante su enemigo espiritual. Y es que hay una dimensión de nuestro proceso de crecimiento espiritual que sólo va a ocurrir en la comunidad de fe. Es en la diversidad el Cuerpo de Cristo (la iglesia) que se manifiestan a cabalidad los dones espirituales – y si no participamos de esa comunidad, lo más seguro nos estamos quedando cojos por algún lado.
Mis amados, tenemos que fortalecernos en el poder de Cristo. Los soldados antes de tocar un arma, pasan mucho tiempo ejercitando sus cuerpos y sus mentes para poder resistir los retos que presenta la guerra. Si ellos no desarrollan esta condición física y mental antes de la guerra- cuando llega el tiempo de pelear no tendrán grandes posibilidades de triunfo. Es igual para nosotros como cristianos – si cuando las cosas están bien no le dedicamos tiempo a fortalecer nuestra condición espiritual, cuando llegue el día difícil vamos a tener muchos problemas, y lo más seguro nos irá mal porque no sabremos ni cómo usar las herramientas que Dios nos ha provisto para resistir en el día malo. Por eso, tenemos que fortalecernos constantemente en el poder de Cristo
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TERCER y último paso que debemos tomar antes de ir a la batalla. Tenemos que vestirnos con la armadura de Dios que, no solo nos va a proteger, sino también en la cual encontramos todo lo que necesitamos para salir victoriosos, aun de la batalla más difícil.Dice Efesios 6:11. "Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo".
Durante las próximas semanas, vamos a hablar en detalle de que consiste la armadura que Dios ha preparado para nosotros y cómo nos vestimos con ella para enfrentar confiadamente a nuestro enemigo en estos días. Es mi oración, mis amados, que cuando terminemos esta serie de meditaciones, todos y todas podamos tomar nuestro lugar de victoria y podamos enfrentar con valentía y seguridad a nuestro enemigo espiritual.
Les invito a que, en oración, pidamos al Señor, nos ayude a crecer juntos en nuestro conocimiento sobre este tema, que es vital, para poder alcanzar y reclamar la victoria y plenitud de Jesucristo, en nuestro diario vivir. Iglesia, nos estamos vistiendo....nos estamos vistiendo para vencer, en Cristo Jesús. ^
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