Lea, Juan16:5-15 | Cuando era niño, recuerdo que una de las cosas que a mi menos me
gustaba era cuando mis padres nos sermoneaban
a mí y a mis herman@s sobres las cosas que eran importantes y lo que, según
ellos, más nos convenía en la vida. Por
un lado, muy a menudo, mi mamá nos recordaba lo mucho que nos convenía
alimentarnos correctamente, especialmente en lo que respecta al desayuno.
"Les da energía" ella nos decía, "y les ayuda a concentrarse en
la escuela" [y que me dicen de los vegetales].
En lo que respecta al deporte - según ella nos convenía, pues "nos
ayudaba a fortalecer nuestros músculos y a mantener nuestro organismo
activo". En lo que respecta al trabajo de la escuela - era importante y
nos convenía, pues "una buena educación, era la base para un futuro de
oportunidades". En lo que respecta a las amistades, siempre nos decían –
“cuidado con quién andas – pues no todos los amigos nos convienen”. Y cuando
salíamos a las tiendas, o a visitar algún familiar, yo todavía recuerdo claritito, que ella nos decía: "les
conviene que se porten bien, porque si no, cuando lleguemos a casa...los sueno
con la correa" – LOL. A pesar de que muchas veces cuando mis padres nos
daban esas palabras de consejo, nosotr@s no las apreciábamos o las entendíamos
- hoy le doy gracias a Dios, pues las mismas han sido de mucha bendición para
mi vida - algunas, mucho más de lo que yo jamás hubiera imaginado.
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El pasaje bíblico en Juan 16:5-15, nos lleva al momento cuando Jesús le
anunció a sus discípulos su muerte y eventual partida, y les hizo la promesa de la llegada del Espíritu Santo
luego de que el ascendiera al cielo. Saben, a diferencia de lo que mucha gente
pudiera pensar, la ocasión del anuncio del Espíritu Santo a los discípulos no
fue un momento de alegría y celebración [como lo es hoy]. Por el contrario, el
Apóstol Juan nos dice que los discípulos, al escuchar a Jesús decirles que ya
pronto no estaría con ellos, se pusieron muy tristes.
Y no era para menos, si el hombre al que ellos consideraban su Maestro y
con quien habían compartido experiencias maravillosas por los pasados tres años,
les acaba de decir que ya pronto no estaría con ellos - y que esto se debía a
que el abría de morir por amor a ellos. La noticia del sufrimiento y la muerte
de Jesús los había aturdido tanto que los pobres discípulos no apreciaron, de
primera, el anuncio de la venida del Espíritu Santo. Nos dice Juan, que Jesús,
al contemplar la tristeza que consumía a sus discípulos les dijo: “Aun
cuando ahora estas noticias les llenan de tristezas, LES CONVIENE, que yo me
vaya - para que venga el Consolador - el Espíritu Santo” (vs7 -PAR).
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Estas palabras de Jesús a sus primeros discípulos, son muy relevantes e
importantes para nuestras vidas. Más de 2,500 años más tarde - todavía es muy
necesario, Y NOS CONVIENE como
discípul@s de Jesucristo, clamar a Dios
por la llenura del Espíritu Santo en nuestras vidas. La promesa de Dios al
mundo por medio de Jesucristo fue que Dios, Emmanuel- estaría CON nosotr@s -
pero como nos dice Juan 14:17, la promesa de Jesús por medio del Espíritu
Santo, es todavía más gloriosa - pues Dios, el Consolador - está EN NOSOTR@S. Por medio de la presencia del Espíritu Santo
en nuestras vidas, Jesucristo (nuestro Señor y Salvador), está hoy más cerca
que nunca - tan cerca como lo está el aire que respiramos, y es tan profunda e
íntima como lo son nuestros pensamientos.
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Tod@s los
días, tenemos que clamar a Dios, como los que piden por aire para respirar y
alimento para comer, VEN ESPIRITU SANTO - VEN.
VEN ESPIRITU SANTO, pues como Jesús les aclaró a sus discípulos - el
Espíritu Santo es quien nos enseña los misterios del Reino de Dios, y a través
de quien venimos al conocimiento pleno del amor de nuestro Señor Jesucristo
(Juan 14:26).
VEN ESPIRITU SANTO, pues el Consolador, el gran testigo, nos da
testimonio de Jesucristo, y nos impulsa a recibir el amor de Dios en nuestras
vidas.
NOS CONVIENE CLAMAR - VEN ESPIRITU SANTO, porque como dice el pasaje que leímos hoy, el
Espíritu, es la consciencia de Dios en nosotr@s - quien nos ayuda a discernir
entre lo que es bueno y malo, y nos convence de nuestra necesidad de perdón y
salvación.
CLAMEMOS, a cada momento, VEN ESPIRITU SANTO, pues como nos aclara Juan 16:12-15, El es la VOZ DE DIOS
hablando a nuestras vidas hoy - nos revela los secretos del Padre - y nos
recuerda las enseñanzas de Jesús.
VEN ESPIRITU, VEN - porque como le enseño Pablo a los cristianos en
Roma, es el Espíritu Santo, el que nos da testimonio de nuestra salvación y nos
da la certeza de que somos hij@s de Dios, redimid@s por la sangre preciosa
derramada en la cruz del calvario por nuestro Salvador - Cristo Jesús (Romanos
8:12-17). (Y entonces, ya no importará lo que diga la gente, solo lo que Dios
declare sobre nuestras vidas).
NUNCA TE CANSES DE PEDIR LA PRESENCIA Y LLENURA DEL ESPIRITU SANTO en tu
vida, pues es El, quien nos da el PODER para poder ser testigos fieles de Jesús
en nuestro diario vivir - y nos capacita para el ministerio por medio de los
dones espirituales que de Él recibimos (Hechos 1:8 y 1 Corintios 12:7).
Es por medio del hacer del Espíritu Santo, como nos enseña la Biblia en
Gálatas 5:22-23, que, brota el fruto de la vida de Cristo en nosotros y podemos
vivir en amor, en paz, siendo bondadosos y amables, dignos de confianza,
humildes, y teniendo control de nuestras acciones.
Y cuando procuramos la presencia de Dios, por medio del Espíritu Santo,
vivimos en paz, con Dios, y la procuramos con los demás - y sin miedos, pues
sabemos que en el día malo, el intercede por nosotr@s y nos guía por el camino
que nos conduce a la plenitud de nuestro Salvador.
El Día de Pentecostés, no se trata tanto de las lenguas que hablaron la
gente…sino DEL PODER QUE RECIBIERON DE PARTE DE DIOS. Hoy en día Pentecostés,
no se tratas de saltar, brincar, desmayarnos, reírnos o llorar – SINO DE VIVIR
EN EL PODER Y LA VICTORIA DE CRISTO.
IGLESIA, no se trata del estilo de la música, ni de lo novedosa que
pueda ser la liturgia, o lo entretenidas que puedan ser las predicaciones –
SINO DE RECLAMAR Y VIVIR EN EL PODER DE DIOS para poder ser testigos de
Jesucristo, e instrumentos de transformación en la comunidad.
Pentecostés, no se trata de lo que ocurre dentro de las cuatro paredes
de la Iglesia, no es un momento, ni una experiencia – ES UN ESTILO DE VIDA,
lleno del poder de Dios y la unción del Espíritu Santo, en tu hogar, en tu matrimonio,
en la crianza de tus hijos, en el trabajo – y aun en tus quehaceres cotidianos –
donde tienes la oportunidad de ser testigo de Jesucristo.
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Mis amad@s,
hoy es día de Pentecostés. Con gratitud, celebremos - pues por
medio del Espíritu Santo recibimos lo que nos conviene y es necesario para
reclamar la plenitud y la victoria de Jesucristo es nuestra vida. Hoy, con
humildad de corazón, si realmente quieres y anhelas todas estas bendiciones que
yo he enumerado, y muchas más, en tu vida - hoy a toda voz, clama a Dios, y di:
"VEN ESPIRITU SANTO - VEN".
Amén
Hermoso....
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