¿Dónde está Dios?

La pregunta sobre “dónde está Dios” es una que mucha gente se hace frecuentemente en nuestros tiempos. La misma, ha motivado el estudio e investigación entre los eruditos de la Biblia por siglos y es motivo de muchos debates dentro y fuera de la Iglesia.  A veces, la respuesta a esta pregunta es sumamente difícil de articular debido a la diversidad de pensamientos religiosos que dominan en nuestra sociedad. 

Para algunas personas, a Dios lo vemos exclusivamente en la naturaleza. Para otras, Dios está en la paz. Otros, alegan que Dios se encuentra en un lugar místico donde uno llega por medio de la meditación y la relajación física y muscular. Para otr@s, a Dios solo lo encontramos en la soledad.Hay gente que piensa que a Dios se le puede encontrar en una “cuenta de banco con mucho dinero”. Para estas personas, las posesiones materiales son la señal indiscutible de que Dios está presente en sus vidas – y para otros muchos mis amad@s, el dinero, tristemente, se ha convertido en “su dios”. Todavía peor, están lo que al preguntárseles ¿Dónde está Dios? – simplemente responden: “Dios no está – no existe”.

¿Alguna vez te has preguntado donde está Dios? O ¿Alguna vez alguien te ha preguntado donde está Dios? 

El pasaje de la Biblia en 1 Juan 4:7-12, nos puede ayudar a contestar esta pregunta tan importante. Pudiera dedicar cientos de líneas tratando de formular y decorar una respuesta a la pregunta delante de nosotr@s, pero creo que lo mejor es permitirle al texto bíblico que conteste nuestra interrogante: claramente y sin rodeos. Juan le escribió a l@s cristian@s de su tiempo en 1 Juan 4:12, de la siguiente manera: “Nadie ha visto jamás a Dios, pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros, y entre nosotros su amor se ha manifestado plenamente”.

A primera vista, este pasaje parece complicar las cosas en vez de ayudarnos a contestar la pregunta sobre ¿Dónde está Dios? Pues, Juan comienza el mismo declarando “nadie ha visto jamás a Dios”. Entonces, a la luz de este señalamiento que nos hace Juan, si nadie jamás ha visto a Dios, ¿cómo puede la gente conocerle y saber dónde está? Si nos fijamos, luego de la declaración de “nadie ha visto jamás a Dios”, hay un gran PERO, donde Juan nos aclara que: “Nadie ha visto jamás a Dios, PERO si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros, y entre nosotros su amor se ha manifestado plenamente”.

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Esto es bien sencillo, si usted quiere encontrar a Dios, busque un cristian@ que no solo “diga amar a Dios”, sino que lo demuestre con sus actos al relacionarse con su prójimo. Como discípulos de Jesucristo, no nos podemos limitar a decir que “amamos” – también tenemos que AMAR, no con cualquier clase de amor, sino con el tipo de amor que nos ha manifestado Dios por medio de Cristo Jesús. La Biblia nos enseña que cuando depositamos nuestra fe y confianza en Jesucristo, y lo aceptamos como nuestro Señor y Salvador, el Espíritu Santo viene a morar en nuestro corazón, y a través del Espíritu Santo, Cristo vive en nosotr@s. Y si Cristo vive en nosotr@s, entonces el mundo debería poder ver a DIOS a través de nuestro estilo de vida. 

El anhelo de todo cristian@ debería ser que llegue un día donde la gente en vez de preguntarnos “si somos cristian@s”, al ver la manera en que vivimos, la manera en la que amamos,  digan “esta persona DEFINITIVAMENTE “tiene que ser cristiana” PORQUE DEMUESTRA Y COMPARTE EL AMOR DE DIOS. 

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Mostramos el amor de Dios, cuando tratamos a la gente a nuestro alrededor con respeto. Cuando no damos espacio al odio en nuestras vidas, y procuramos resolver los malos entendidos saludablemente – perdonando y pidiendo perdón cuando es necesario. 

Mostramos el amor de Dios, en la manera que hablamos los unos con los otros Y LOS UNOS DE LOS OTROS. Si tu quieres que el mundo pueda ver a Dios a través de ti, entonces no puedes hablar falsedad, no puedes comenzar ni perpetuar chismes ni rumores – tienes que siempre procurar hablar la verdad en amor y con gentileza. 

Mostramos a Dios cuando nos preocupamos por las necesidades de los demás. De nada vale decirle a alguien “Cristo te Ama”, si cuando tienen necesidad no les compartimos el amor de Jesucristo de maneras tangibles. Si alguien te dice que tiene hambre, no le eches una bendición – dale de comer. Si alguien te dice tengo frio, no le manifiestes la paz de Dios, dale un abrigo para que se caliente. Si alguien te dice que necesita alguien con quien hablar, alguien que le escuche, no le impongas las manos – toma tiempo, y escúchalo y se la presencia de Dios en su vida en ese momento de necesidad. La gente NO necesita o quiere que, como cristian@s, les demos soluciones a todos sus problemas o respuestas a sus preguntas, lo que la gente anhela es, a través de nuestra presencia y solidaridad, sentir la presencia del Dios de amor que vive en nosotr@s, por medio del Espíritu Santo.

Mostramos a Dios cuando somos solidarios con los que sufren injusticias y trabajamos para que la paz y la justicia de Dios se hagan una realidad en sus vidas. Vivir de esta manera va a requerir salir de nuestros lugares de comodidad e incluso tomar riesgos – pero si quieres que la gente vea a Dios, tú tienes que salir al mundo a ser testigo del Reino de Dios, y trabajar por los que sufren y tienen necesidad. 

Yo sé que no podemos resolver todos los problemas del mundo, pero siempre que esté en nuestro alcance, extendamos una mano de ayuda a los demás. Transformar al mundo a veces parece una tarea imposible – pero entendamos que cuando amamos y vivimos como hemos aprendido de Jesucristo, EL MUNDO ES TRANSFORMADO una persona…una circunstancia a la vez. 

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En este día, pídele al Espíritu Santo que te ayude a continuar creciendo en tu conocimiento del amor de Jesucristo para que lo puedas compartir con los demás. No es cualquier clase de amor la que refleja a Dios…sólo el amor de Jesús nos revela la plenitud de nuestro Padre Celestial. El Apóstol Juan escribió en Juan 1:18 “A Dios nadie lo ha visto nunca; el Hijo unigénito, que es Dios y que vive en unión íntima con el Padre, nos lo ha dado a conocer”. Pídele al Señor que tu vida sea un reflejo de Su amor, para que la presencia de Dios en tu vida sea algo OBVIO a las personas que te rodean y se convierta en un magneto que te permita atraer a muchos a los pies de Jesús. 

Dice la Biblia en Hechos 2:46-47, que era ese estilo de vida de amor incondicional y amor sacrificial al prójimo lo que distinguía a la iglesia cristiana en sus primeros tiempos. El Apóstol Lucas escribió que l@s discípul@s: “No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día [como resultado de esta manera de vivir] el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos”.

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¿Dónde está Dios? Está en ti, por ti, y por medio de ti. Si en este día, reconoces que no has podido amar de esta manera, en humildad pídele perdón a Dios, y El te renovará, y por medio de su Espíritu Santo te ayudará a ser una persona más amorosa. Cada día, con más personas, en todo momento.  

Todo esto mis amad@s, porque ¿Dónde está Dios? – donde hay amor.