Hace unos años atrás (cuando todavía
no era pastor), conocí a un hombre llamado Fernando (nombre ficticio para
proteger su identidad) y nos hicimos buenos amigos en el trabajo. Un día,
Fernando me compartió un gran problema que tenía. Fernando por muchos años
había asistido a una iglesia, pero debido a su propia negligencia, dejó de
participar...su fe se había enfriado...y su estilo de vida cambiado.
Resulta ser que el matrimonio de
Fernando se estaba viniendo abajo. El había cometido el gran error de serle
infiel a su esposa de 15 años con una compañera del trabajo. Su esposa estaba
completamente devastada. Su hija, una jovencita de 12 años, estaba muy herida y
tenía mucho coraje con su papá (a quien ella hasta ese momento se refería como
"el hombre de mi vida"). Sus suegros, quienes lo querían como a uno
de sus hijos, estaban sumamente decepcionados. Y sus padres y dos hermanos
varones, no querían saber de él, pues había lastimado a esta buena muchacha, a
quienes todos habían recibido como su hija y hermana mujer.
La
situación de Fernando parecía ya no tener esperanza. La
realidad era, que tristemente él se estaba enfrentando a las consecuencias de
su pecado y todos los errores que había cometido, por lo que parecía que no
había ya mucho que hacer. Cuando Fernando habló conmigo, yo no sabía que decirle.
Que aconsejarle. El ya había tratado en innumerables ocasiones de pedirle
perdón a su esposa – sin éxito. Recuerdo, que a su insistencia de que "que
podía hacer", sentí en mi corazón decirle: "Fernando, la Biblia dice que Dios tiene un plan hermoso para
nuestras vidas. Dios no quiere destruirnos. Por el contrario, quiere darnos un
futuro lleno de esperanza y bienestar en Cristo Jesús...entonces, creo que es
tiempo de vuelvas a casa".
Fernando, pensando que yo lo estaba
invitando a que regresara a su hogar con su esposa, me dijo (un poco molesto): "¿pero no te acabo de decir que mi
esposa me dejó?" A lo que yo le respondí: "Fernando, yo hablaba de regresar a casa CON DIOS - quien en este
momento, es tu única esperanza, porque cuando ya más nada parece ser...en
Jesucristo TODAVIA tenemos esperanza".
---
El texto que escuchamos hoy en
Jeremías 32:6-15, nos presenta una situación, bastante parecida a la de mi
amigo Fernando, pero siendo el personaje no una persona, sino todo el pueblo de
Israel. A los israelitas les iba muy mal. Parecido a Fernando, en su propia
negligencia, se habían apartado de Dios; su fe se había enfriado; y su estilo
de vida había cambiado. Ellos estaban haciendo muchas cosas que NO AGRADABAN A
DIOS. Había libertinaje. La gente se estaban contaminando con las tradiciones
paganas de los pueblos a su alrededor. Muchos estaban adorando sus ídolos en
clara rebeldía a Dios. Y como era de esperarse, los israelitas (al igual que
Fernando) se estaban enfrentando a las consecuencias de sus actos. Sus enemigos
les tenían rodeados. El rey de Babilonia de estaba listo para dominarlos y
someterlos a su régimen. El sistema económico se había derrumbado. Las tierras
se habían echado a perder y habían dejado de producir fruto. Y, parecido, a la
situación de mi amigo Fernando, parecía que ya no había esperanza para el
pueblo de Israel. Ellos estaban cosechando el fruto de sus pecados y rebelón
contra Dios.
---
Pero, como nos dicen los vs 6-7, en
medio de toda esa desolación, vino palabra de Dios a Jeremías, quien se
encontraba preso, con la rara instrucción de que comprara un terreno en la
región que le pertenecía a su primo Janamel. Jeremías, en obediencia y confianza a Dios, cuando su primo
salió a ofrecerle el terreno - se lo compró. Y como escuchamos, diligentemente hizo todas las gestiones
que requerían las leyes y tradiciones de su tiempo para obtener la tierra. Luego
de que la transacción se había completado, Dios habló otra vez a Jeremías y le
ordenó que guardara MUY BIEN las escrituras del terreno porque las mismas
tendían un propósito muy especial hacia el futuro de Israel. Dios le dijo a
Jeremías: " Toma la copia
sellada y la copia abierta de esta escritura, y guárdalas en una vasija de
barro, para que se conserven mucho tiempo.’ Porque así dice el Señor
Todopoderoso, el Dios de Israel: ‘De nuevo volverán a comprarse casas, campos y
viñedos en esta tierra.’ ”
En
otras palabras, Dios le dijo a Jeremías ¡ANIMO - QUE TODAVIA HAY ESPERANZA!
Aun cuando todo parecía estar perdido para los
israelitas, el mismo Dios (en su misericordia), estaba haciendo provisión de
futuro para su pueblo. Ese pedazo de tierra que Dios ordenó a Jeremías que
asegurara, no solo representaba la esperanza
del pueblo de Israel, sino también la
fidelidad de Dios a sus promesas. Dios un día le había dicho a los
israelitas que EL NUNCA LOS DEJARIA NI ABANDONARIA, y aun en medio de su
pecado, Dios se mantuvo fiel a la
esencia de quien El es: amor, misericordia y justicia.
---
Regresando a Fernando...mi amigo,
parecido a Jeremías, tomó bien en serio mis palabras de consejo y retomó su
relación con Jesucristo. Diligentemente, buscó una iglesia a la cual asistir.
Se unió a un grupo de estudio, trabajo con su pastor en consejería para atender
las situaciones que estaba enfrentando, e invirtió su vida en el servicio a los
demás. Y, al igual que con el pueblo de Israel, Dios no se había dado por
vencido con Fernando. Su vida, aun cuando marcada por las consecuencias de sus
errores, estaba llena del perdón de Dios y de nuevas esperanzas y oportunidades
en Cristo.
Hoy, Fernando continúa perseverando
en su fe. Su relación con su hija se ha sanado. Y Dios continúa trabajando en
la sanidad con su pareja. Aun cuando en el calor del problema ellos se divorciaron,
Fernando me comentó por Facebook unos meses atrás que le daba gracias a Dios
"por su nueva novia", "¿novia?" - le pregunté.
"Si", me dijo "la madre de mi niña, hoy otra vez es mi
novia".
---
Puede ser que yo no sepa el problema
que hoy tú tienes, o las situaciones que estés enfrentando. Algunas, parecido a
mi amigo Fernando, y al pueblo israelita, puede ser que las estés viviendo a
causa de tus malas decisiones o pecado. O simplemente, sean situaciones que se
han presentando inadvertidamente: una crisis económica, una enfermedad, una
muerte repentina. No importa como haya surgido el problema o la crisis que
estés viviendo, en este día escucha a Dios que dice a tu vida: ÁNIMO - TODAVÍA
HAY ESPERANZA EN MI.
Mis amados/as, el Dios al que tú y yo
servimos es un Dios de pactos. Un Dios que cumple sus promesas. Un Dios que desde
el principio, hasta el fin de la Biblia, y a través de todos los tiempos se ha
mantenido fiel a su promesa de estar con nosotros/as. Aun en el momento más
obscuro de tu vida, te lo hayas buscado tu o no, Dios ha estado ahí
sosteniéndote, brindándote apoyo y renovando tus fuerzas. Aun cuando tal vez
has pensado que El se ha olvidado - EL
HA ESTADO CERCA DE TI AMANDOTE Y PROVEYENDO A TUS NECESIDADES.
---
En
este día, escucha la voz de Dios en medio de la sequía que pueda haber en tu
vida. En medio de la destrucción que puedas estar
experimentando. Frente a un futuro incierto escucha a Dios que te anuncia:
"De nuevo volverán a comprarse
casas, campos y viñedos en esta tierra." (Jer 32:15) ALELUYA.
Mis
amados/as, en Jesucristo, hay futuro...hay esperanza...hay posibilidades...hay
perdón, hay consuelo, hay nuevas fuerzas, hay sanidad, hay la posibilidad de la
reconciliación, la promesa DE UN DIA MEJOR. El Señor nos
está invitando, hoy, a en medio de nuestras crisis y problemas, a depositar plenamente
nuestra confianza en El, a como Jeremías (como lo hizo Fernando) actuar no por
lo que nos digan las circunstancias, sino en base a las promesas de Dios para
nuestras vidas.
· Si piensas que tu problema es
imposible de resolver. Hoy Dios te dice, LO QUE ES IMPOSIBLE PARA EL
HOMBRE, ES POSIBLE PARA MI (Lucas 18:27).
Si estás cansado/a. Hoy Dios te dice:
DESCANSA EN MI, Y YO DARE PAZ A TU VIDA. (Mt 11:28-30).
Si piensas que nadie te ama, DIOS A VIVA VOZ DE DICE: YO TE AMO (Juan 3:16).
Si piensas que nadie te ama, DIOS A VIVA VOZ DE DICE: YO TE AMO (Juan 3:16).
Si hoy te sientes angustiado/a
afanado/a. DIOS DECLARA YO TE LIBRARÉ DE TODAS TUS ANGUSTIAS (Salmo 34:6).
Si piensas que ya no puedes más. HOY
DIOS TE RECUERDA, QUE SI VIVES BAJO SU AMPARO, Y CONFIANDO PLENAMENTE EN
CRISTO, que, "Todo lo puedes en Cristo que es tu
fortaleza"(Filipenses 4:13)
Si crees que nunca podrás crecer en
tu fe, ESCUCHA A DIOS QUE TE DICE: ESPERA EN MI Y TE SARÁ DADO (Proverbios
30:5)
Si crees que tu pecado es muy grande
para ser perdonado, ESCUCHA A DIOS QUE TE DICE: MI MISERICORDIA BORRA TU PECADO
Y LO HACE TODO NUEVO (Salmo 50:3).
Comentarios
Publicar un comentario